En Terrassa, el 14 enero de 1970 a las 19'45, jugando con un grupo de
amigos, Julián Rodriguez, un chico de 15 años, empezó a gritar y decía
que había visto un objeto con forma redonda encima del letrero de la
empresa AEG de la carretera Castellar.
La gente que estaba alrededor, niños y adultos, empezaron a mirar y todo el mundo coincidió en lo mismo. "¡Sí, sí. Ahí esta, es un platillo!", y en cuestión de 15 segundos, se fue en dirección Matadepera.
Lugar del abistamiento |
Esto, a primera vista, no puede ser muy llamativo debido a la falta de pruebas. Pero para mí, fue el comentario de Julián mis inicios hacia este mundo, que más adelante iré exponiendo.
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